Reparar impactos de pintura coche: Guía
Los impactos de piedra son una forma común de daño en la pintura que puede derivar rápidamente en problemas mayores si no se trata a tiempo. Afortunadamente, puedes reparar los impactos tú mismo, siempre que cuentes con los productos adecuados y una guía clara paso a paso. En este artículo del blog, te explicamos como especialistas cómo reparar paso a paso los daños en la pintura causados por impactos de piedra, qué productos necesitas y cómo prevenirlos en el futuro.
¿Qué son los impactos de piedra y cómo se producen?
Los impactos de piedra ocurren cuando pequeñas piedras golpean la pintura del coche mientras conduces. Estos daños suelen ser pequeños, pero si no se reparan a tiempo, pueden acabar causando óxido. El riesgo es mayor en invierno o en carreteras con grava suelta, como en obras o caminos rurales.
Por qué es importante reparar rápidamente los impactos
Un daño en la capa de pintura ya no protege contra la humedad ni la suciedad. Esto permite que la carrocería comience a oxidarse en esa zona, lo que puede derivar en corrosión. Si actúas a tiempo, conservarás el valor y el aspecto de tu coche, y evitarás reparaciones más costosas.
¿Qué necesitas para reparar los daños por impactos de piedra?
Para reparar profesionalmente los daños en la pintura causados por impactos, necesitas los siguientes productos:
- Desengrasante para limpiar la superficie
- Lápiz de lijado para lijar localmente el área dañada
- Rotulador de imprimación para preparar la base
- Rotulador de pintura con código de color de tu coche
- Rotulador de barniz transparente para protección y brillo
Con estos productos podrás reparar fácilmente y con precisión todo tipo de pequeños daños en la pintura.
Paso 1: Limpia bien la zona dañada
Antes de empezar con la reparación, es importante limpiar bien la zona afectada. Utiliza un desengrasante para eliminar suciedad, grasa y restos de cera. Una superficie limpia garantiza una buena adhesión de la imprimación y la pintura que aplicarás después. Trabaja preferiblemente en un entorno seco y libre de polvo.
Paso 2: Lija cuidadosamente el impacto
Una vez limpia la superficie, es momento de lijar ligeramente la zona dañada. Para ello, utiliza un lápiz de lijado, una herramienta práctica que parece un bolígrafo con punta abrasiva. Te permite matizar con precisión la zona dañada sin afectar la pintura circundante. Tras lijar, limpia de nuevo con desengrasante.
Paso 3: Aplica la imprimación con rotulador
Con la superficie limpia y rugosa, aplica una imprimación con un rotulador. Esta base ayuda a la adherencia de la pintura y evita que se absorba en el metal desnudo. Gracias al pincel del rotulador de imprimación, puedes aplicarla con precisión. Una o dos capas finas suelen ser suficientes. Deja secar por completo según las instrucciones del envase.
Paso 4: Aplica la pintura con rotulador de color
Cuando la imprimación esté seca, aplica la pintura. Usa un rotulador con código de color que coincida con la pintura original del coche. Agita bien antes de usar y aplica varias capas finas con el pincel. Deja secar cada capa antes de aplicar la siguiente. Normalmente son suficientes dos o tres capas para un buen resultado.
Paso 5: Finaliza con barniz transparente protector
El último paso consiste en aplicar una capa de barniz transparente. Esta capa protege la pintura del color contra el clima, la suciedad, los rayos UV y nuevos impactos. Usa un rotulador de barniz y aplica dos o tres capas finas. Espera unos cinco minutos entre cada una. Después de la última, deja secar al menos dos horas antes de volver a usar el coche.
¿Cómo prevenir daños por impactos?
Aunque no se pueden evitar por completo, hay una forma eficaz de proteger la pintura: usar una lámina protectora de pintura. Esta película transparente protege zonas como el capó y el parachoques contra piedras y suciedad. Si se aplica bien, es casi invisible y proporciona una protección duradera de la pintura original.
CROP es tu especialista en reparación de impactos
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